Si es que están pasando tantas cosas que no queda otra que reírse. Y a eso vengo. Después de 4 años monologueando por todo el país, es un honor levantar el telón de los teatros, para seguir riéndome de todo un poco. Para empezar de mí mismo que es algo indispensable que me enseñaron desde que empecé en esto de la farándula. Pero también para reírme de todo lo que me rodea. De todo. De mi mujer. De mi hijo. De mi madre. De mi hermana. De mi cuñado. De mi familia.